Branding, de un logo a una actitud
Con la revolución industrial las marcas empezaron a jugar un papel importante en nuestras vidas, tanto así que en esta época crecieron muchas de las grandes marcas que conocemos hoy en día.
En la actualidad, y con cada vez mayor frecuencia, las marcas se vuelven un integrante de la cotidianidad de las personas, están en todas partes: cuando nos despertamos, cuando comemos, cuando hablamos, cuando viajamos; sin darnos cuenta, son ellas las que determinan muchas veces nuestra actitud frente al mundo. Basta pensar en la experiencia de libertad que representa conducir una Harley Davidson soy más libre o en la sensación de aventura que nos invita a vivir una marca como Red Bull.
Existen muchos métodos y estrategias para construir buenas marcas; de hecho, abundan las consultoras enfocadas en diferentes áreas para potenciarlas. Pero si hay una cosa clara, es que las marcas deben tener en su esencia una actitud y un pensamiento clave: de ello depende buena parte de la relevancia e impacto que pueda tener sobre las personas.
5 elementos clave para crear una marca con actitud
1. La exclusividad: para definir su esencia la marca debe tener muy claro aquello que la hace diferente de sus rivales en el mercado. ¿Qué es aquello que hace que la marca sea única?
2. La experiencia: la esencia debe capturar los sentimientos del cliente mientras este «Vive» la marca.
3. La coherencia: las marcas son como las personas: no importa lo que digan, sino lo que hagan.
4. La autenticidad: nunca hacer promesas vacías. Si la esencia de marca no es creíble, los consumidores terminarán rechazándola.
5. La perdurabilidad: una vez creada la esencia de marca, está deberá permanecer inalterable, porque es ella la que determina su actitud.
Recuerde que la actitud es la que determina nuestro actuar. Del mismo modo ocurre con las marcas: si con mi marca busco ser aburrido y mis elementos de marca y/o su comunicación así lo demuestran, pues así me recibirán los clientes; o por ejemplo, si no busco diferenciarme de los demás, quedaré envuelto en un océano con infinidad de posibilidades y alejado de clientes que con seguridad nos necesitarán: una mala marca solo ayuda a la competencia.
Es importante evaluar si las marcas cumplen con estos puntos anteriores para poder trasladar esos esfuerzos en otros temas que son relevantes para la construcción de la misma.
El branding como herramienta es un componente ideal cuando se construyen marcas, porque no es solo pasar de un gusto o una idea que sea bella o interesante, sino construir estrategias basadas en el cómo me veo, cómo hablo, cómo actúo y cómo la suma de estos elementos hacen que mi marca sea el camino y no el final. En últimas, se trata de convertir la experiencia de mi marca en algo único e irrepetible y de construir relaciones donde lo emocional supere a lo racional.