¿Cómo contar historias en un banco?
Camila, una amiga, trabaja en un banco. Varias veces, hemos hablado sobre Storytelling y sus ventajas en un entorno corporativo. Hace poco se le presentó la ocasión perfecta para validar que contar historias en un ambiente empresarial vale la pena.
... leer más »Camila, una amiga, trabaja en un banco. Varias veces, hemos hablado sobre Storytelling y sus ventajas en un entorno corporativo. Hace poco se le presentó la ocasión perfecta para validar que contar historias en un ambiente empresarial vale la pena.
Los bancos, quizás, aun presentan ambientes de trabajo muy tradicionales; algo ni bueno ni malo sino entendible, pues su personal vive inmerso en cifras y datos concretos, y el éxito de su trabajo depende en gran parte de ese tipo de información.
En una conferencia acerca de Storytelling Annette Simmons, autora del libro Storyfactor, contó en su charla “Antídoto contra la alienación” lo siguiente:“Antes de presentar una historia a las personas, ellas entienden que es lo que ocurre; lo pueden medir y lo pueden graficar”, situación que fácilmente puede aplicar en un banco.
Volvamos con Camila. Ella trabaja en una división del banco, donde ningún área sabe que es lo que hace la otra, situación que se evidenció mediante la realización de una encuesta interna.
A raíz de esa situación, el director general organizo una reunión con el fin de que cada área le contara a las demás cuales eran sus proyectos y la manera en que los desarrollaban. La instrucción general fue la siguiente: “Cada área tiene 5 minutos para decir que ha hecho y otros 5 para contar lo que viene.”
El jefe de Camila se reunió con su equipo de trabajo y, en un principio, la presentación se comenzó a organizar de manera tradicional, por no decir aburridora: diapositivas repletas de datos, cifras, porcentajes, texto, viñetas, etc. a Camila no le gusto el camino que había tomado la planeación de la presentación. Ella propuso realizar una infografía, para presentar los datos de manera más amable. A su jefe y al resto del equipo les pareció una buena idea, pero les surgió la siguiente inquietud “¿Cómo vamos a presentar lo que vamos a hacer a futuro si todavía no tenemos datos?
A Camila se le ocurrió la acertada idea de narrar una historia. Ella me preguntó cuál debería ser la estructura y le aconsejé la tradicional con sus tres segmentos: Exposición, confrontación y resolución. La primera donde se expone el personaje, la segunda donde se incrementa la tensión y suben las apuestas y la tercera en la que se cierra la historia y se le da un desenlace bien sea positivo o negativo.
Adicional a esto y para poder darle forma a la narración, Camila analizó junto al resto de equipo de trabajo, cuál es el usuario que se ve afectado por el trabajo de su área día a día, e identificaron a las sucursales del banco en distintos rincones del país, que se encuentran muy dispersas. Uno de los mensajes que debía dejar la historia, era evidenciar qué el trabajo que realiza Camila y su equipo no está enfocado únicamente a las oficinas de las grandes ciudades.
Como uno de los aspectos más importantes que deben tener las historias empresariales es utilizar personajes con los que la audiencia se pueda relacionar fácilmente, Camila creo a “Juliana”, la Gerente de la oficina “Puerto escondido”, un nombre divertido que evidencia los problemas de comunicación con las sucursales.
Con la creación del personaje y la definición de un lugar en la historia, Camila comenzó a escribir una historia que describiera el trabajo de su área. Como son muchos los roles y actividades que cubren, tuvo la necesidad de pedirle ayuda a sus compañeros de trabajo para que le ayudaran en el proceso de redacción.
“¿Escribir? Pero si nunca hemos escrito nada” le dijeron. “Yo tampoco, pero hagámosle”. Lo que comprueba que todos estamos en la capacidad de narrar historias, y lo que nos hace falta es práctica.
La estructura general de la historia que Camila diseño con su equipo fue la siguiente:
• Introducción de Juliana, como personaje principal de la historia.
• Presentación del conflicto (situación por resolver)
• ¿Qué hace falta por mejorar?
• ¿Qué vamos a hacer y qué es lo que viene?
Esta estructura encierra en dos tipos de historias: una que describe la situación actual y la otra, una historia sobre el futuro, uno de los formatos más utilizados en entornos empresariales; Estas se basan en la visión, estrategias y el alcance de objetivos en un futuro específico y expanden la visión a una situación concreta, con personajes y conflictos por resolver.
Otra gran ventaja de las historias es que al momento de crearlas permiten que el trabajo sea más ameno y nos dan ciertas licencias creativas. El equipo de Camila decidió acompañar la historia, a medida que se narraba, con memes.
Al momento de la reunión todo el equipo de trabajo estaba ansioso “¿Y Qué pasa si nuestra presentación no le gusta al director general? ¿habremos hecho lo correcto? ¿Las imágenes de broma si serán aceptadas por la audiencia? Estas y otras preguntas se paseaban por sus cabezas.
El moderador de la reunión pregunto qué área quería exponer primero y, obviamente, el equipo de trabajo de Camila, no aguantó las ganas de compartir la historia que habían creado.
La presentación fue un éxito rotundo. Todos se identificaron con el personaje de Juliana, la directora de la oficina “Puerto escondido”, y en cada una de las siguientes presentaciones, las demás áreas hicieron referencia al personaje de Juliana con alguno de los temas que expusieron y sus labores diarias.
Queda claro que el uso de historias aplica para cualquier entorno empresarial, y que solo nos hace falta buscarlas y comenzar a narrarlas a través de diferentes formatos narrativos (Texto, video, blogs, realidad virtual, etc.)