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¿Cómo funcionan las impresoras 3D?

¿Cómo funciona una impresora 3D? Componentes y Oportunidades

¿Alguna vez se ha preguntado cómo funcionan las impresoras 3D? A continuación ofrecemos una mirada a su anatomía y componentes principales.Leer más
Santiago Arango Sarmiento
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«Manufactura Aditiva» es el nombre técnico para lo que hoy llamamos impresión en 3D. Este proceso es utilizado para crear prototipos: el material utilizado es ensamblado capa por capa hasta obtener una figura completa.

Se la llama impresión porque es en esencia el mismo procedimiento de una impresora convencional: si usted imprimiera un mismo texto varias veces sobre una misma hoja de papel, después de un buen número de ‘pasadas’ las letras comenzarían a tener un relieve sobre la superficie de la hoja, dado que la tinta está puesta en una capa superior.

El primer elemento de la anatomía de una impresora 3D es el material utilizado, que en la mayoría de casos suele ser plástico. Las impresoras trabajan con tipos de plástico reducido a filamentos, de 1.75 a 3 milímetros de ancho, que funcionan como los cartuchos de tinta de las impresoras convencionales y que permiten tener una dimensión del uso del material – 1 kilo de filamento es suficiente para crear alrededor de 350 piezas de ajedrez convencionales -.

El material es utilizado para modelar figuras tridimensionales diseñadas previamente en un computador. Hay varios programas de modelado en 3D que las personas pueden utilizar, como 3DMax, ZBrush e incluso Photoshop, que tiene una opción, añadida recientemente por el equipo de Adobe. Una vez el diseño está completo y se ha conectado el computador a la impresora empieza la magia.

El procedimiento mecánico de la impresión funciona de manera similar a una pistola de silicona. El filamento es introducido en la cabeza de la impresora, calentado y expulsado de forma líquida por una boquilla en líneas ultra finas que se solidifican rápidamente, creando y sellando las capas de la figura.

El modelado funciona en tres dimensiones por la composición de la impresora: la cabeza se mueve hacia los lados en 4 direcciones (adelante, atrás, a la izquierda y a la derecha) sobre una «cama» de impresión, es decir, sobre la base donde se construye el objeto, que se mueve de arriba hacia abajo actuando como el tercer eje de acción. De esta manera el filamento puede ser distribuido en las tres dimensiones del objeto.

Más allá del proceso

Las impresoras 3D han tomado relevancia a nivel global por varias razones.  Por un lado, facilitan la reproducción de piezas rotas, por ejemplo; así mismo, simplifican la creación de prototipos de diseño y arquitectura de manera más rápida y efectiva; además, están permitiendo a personas alrededor del mundo acercarse cada vez más a procesos creativos.

El desarrollo acelerado en el mercado tendrá como consecuencia la reducción en precios de materias primas y la variedad que se pueda obtener de éstas. Así, las impresoras 3D están dando un nuevo aire al ‘Maker Movement’, a la apertura de herramientas y recursos tanto de software como de hardware.

Además, hay iniciativas que buscan promulgar la creación de impresoras por parte de individuos, así como proyectos de código abierto que dan un espacio a los usuarios y creadores de re-inventarlas y colaborar activamente en el desarrollo de estas tecnologías. Sí, ya es posible imprimir una impresora 3D a partir de otra.

RepRap, por ejemplo, es una impresora que viene con un paquete de software que permite a las personas imprimir una réplica exacta de la impresora que compraron para dársela a alguien más. Zeus, la primera multifuncional del mercado, es una iniciativa de código abierto, por lo que las posibilidades de innovar sobre la misma están limitadas solamente por la imaginación.

Se espera que las impresoras 3-D sean un artículo que todos los makers, diseñadores, creativos, inventores e incluso niños puedan usar fácilmente desde sus casas a partir de este año.

Si bien la manufactura aditiva ya había estado en uso desde hace algunos años , hoy en día se ha creado un ecosistema de inventores y entusiastas de la técnica que ha llevado a un acelerado desarrollo de esta tecnología, dirigido a hacerla accesible y asequible para un consumidor común y corriente.

Desde impresoras hasta scanners, faxes e incluso constructoras 3D de casas, la manufactura aditiva es sin duda alguna un tipo de tecnología cuyas aplicaciones hasta ahora han sido exploradas a un primer nivel, pero de la que seguramente muchos campos podrán beneficiarse  en un futuro cercano, desde la medicina hasta la ingeniería o la arquitectura.

Aunque aún algunos se muestren escépticos frente al uso o beneficios de las impresoras en tres dimensiones, es importante notar que estamos en una primera etapa en la que sólo unos pocos han empezado a adoptar la tecnología, pero llegará el momento (como pasó con los computadores) en el que quizás nos preguntemos no si debemos tener una, sino cómo pudimos vivir sin ellas.

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Imagen: impresora 3D en Shutterstock

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Santiago Arango Sarmiento
    Mucho de geek y algo de ilustrador. Aficionado del diseño y en las filas de la co-revolución. Creo en que trabajando, creando y aprendiendo en comunidad se llega más lejos.