¿2014 será un buen año para los periódicos en Colombia? No para todos.
Para nadie es un secreto que la forma en la que consumimos contenido ha venido cambiando de manera dramática, gigantes como Facebook lo entienden y no quieren dejar de reclamar su tajada de una torta que cada vez parece atraer más comensales.
Quienes han seguido la evolución de esta industria por algún tiempo recordarán la siguiente imagen. Se trata de un gráfico que ilustra el crecimiento sostenido de los ingresos por concepto de pauta publicitaria de los periódicos impresos en Estados Unidos entre 1950 y 2001 y el abrupto desplome en el periodo comprendido entre 2002 y 2012:
En su momento, esta dramática caída provocó conmoción. Muchos periódicos en Estados Unidos entraron en shock, algunos optaron por una salida conservadora: reducción de costos a través de recortes de personal, esperando que un ajuste de emergencia de este tipo los ayudara a enfrentar la tormenta, que en el 2008 parecía pasajera; otros simplemente esperaron hasta desaparecer.
6 años después el remesón continúa. Hace solo un par de meses uno de los diarios más influyentes en la vida política de los Estados Unidos fue vendido a Jeffrey P. Bezos, fundador de Amazon.com, quien con el pago de 250 millones de dólares, no solo se hizo al periódico sino a todos los negocios operados por The Washington Post Co. La situación ha llegado a un punto tan álgido que incluso el poderoso New York Times se vio obligado a vender el Boston Globe, hace no más de 6 meses, «tras dos décadas de luchas ante el descenso de la circulación y de los ingresos».
El panorama colombiano
El 2013 fue un año movido para los medios informativos locales. Vimos la llegada de nuevos jugadores como el agregador de noticias Pulzo.com, cambios en la dirección editorial de sitios como KienyKe.com, que se arriesgaron a irrumpir con un formato de noticias más light – otorgándole la posición #139 en el ranking de sitios web más visitados en el país – la introducción de nuevos formatos publicitarios de ElEspectador.com (sitio web #13 en el país según Alexa).
Sin embargo la velocidad del cambio no es suficiente, las transformaciones en la industria van a paso peligrosamente lento. El panorama global exige que la innovación sea introducida de manera ágil, de lo contrario será imposible evitar que los periódicos colombianos caigan en el hueco en el que parecieran estar hundidos nuestros vecinos del norte.
Ya en septiembre fuimos testigos del cierre de la edición impresa de El Espacio, el primer periódico de corte sensacionalista en el país. Asimismo, por estos días, mucho se comenta alrededor del tema de la venta de otro de los periódicos más influyentes de Colombia.
Es momento de irrumpir
Llegó la hora de que se hable de este tema, no es tarde para hacerlo. Llegó el momento de generar nuevas ideas para una industria que emplea a miles de personas, que mueve miles de millones de pesos y que tristemente parece haber quedado estancada en los viejos formatos de presentación de contenido y en modelos insostenibles de venta de pauta.
A pesar de que en el 2013 los medios exploraron la creación de nuevos canales de ingresos, motivados por un decreciente interés de las marcas en pagar por pauta que cada vez resulta más costosa, menos efectiva y difícil de medir, aún estamos muy lejos de un modelo que se ajuste a las necesidades de audiencias cada vez más exigentes con el tipo de contenidos que consumen.
Ingresos en picada
No es un secreto que el 2014 no será el año del repunte en venta de pauta en los periódicos. Por ello, para avanzar deben entender que de no aceptar esta nueva realidad pueden terminar enfrentando la misma situación que hoy en día atraviesan sus pares en Estados Unidos: La conquista de su industria por parte de nuevos jugadores (Ej. Huffington Post, ganador de varios premios Pulitzer, De Correspondent, Buzzfeed, entre otros) más que dispuestos a quedarse con su audiencia y capaces de innovar a pasos de gigante.
Y es que precisamente el principal problema de los medios locales radica en su interés único en dar pasos seguros. La introducción de nuevos formatos, productos y funcionalidades es tímida y lenta. Parece existir miedo a experimentar y a arriesgarse. Ninguno ha tratado de introducir formatos de suscripción para acceso a contenidos exclusivos, todos cuentan con versiones para móviles y tabletas, pero éstas no son más que simples versiones de tamaño ajustado de un mismo sitio web que desechan de plano la oportunidad de atender las necesidades informativas de los usuarios de dispositivos cuya tasa de adopción sigue en un ascenso imparable.
Aunque este artículo suene pesimista no es nada diferente a una mirada a la evolución de los periódicos en el mundo y el impacto inminente en el entorno local. La transformación en la forma en que las audiencias consumen noticias es innegable, ha venido ocurriendo frente a nuestros ojos durante los últimos años: ¡Es hora de actuar!
Es claro que el futuro de los ingresos de los periódicos está en juego y es clave tomar decisiones que les haga retomar el curso hacia la rentabilidad, como bien se concluyó en la asamblea de Andiarios, llevada a cabo en el primer semestre de 2013.
Hace menos de diez años los ingresos de los periódicos provenían en un 70% de la publicidad y en un 30% de la circulación, hoy en día esa proporción se acerca al 50-50 y no precisamente porque los lectores hayan decidido comprar más impresos.
¿Existe capacidad de innovación?
Resulta difícil predecir cuáles periódicos cuentan con la capacidad que se requiere para cambiar, para ajustarse, especialmente si se tiene en cuenta que todos vienen de una tradición burocrática con décadas de maduración en la que pareciera que dar cabida a la innovación y a las nuevas metodologías de desarrollo ágil de modelos de negocio fuera tarea de titanes.
Algunos periódicos quieren salir avante con nuevas estrategias, pero no todos podrán hacerlo pues se niegan a aceptar que lo que traen a cuestas: es el peso de un modelo que está próximo a caducar.
La realidad que enfrentan los periódicos no es muy distante a la que vivió Kodak hace un par de años cuando la industria que creó fue irrumpida por un par de recién llegados (Léase Flickr e Instagram).
Un panorama lleno de oportunidades
2014 puede ser el año en el que los periódicos colombianos despierten y adopten a las tendencias que ya están dando forma al consumo de contenidos en otras partes del mundo. Algunos medios se darán cuenta que han llegado a un punto sin retorno en el que adaptarse ya no es una alternativa y que así como le pasó a Kodak, nuevos modelos surgirán para arrebatarles las ganancias de un negocio que ellos mismos inventaron. Otros se arriesgarán a innovar apostándole a nuevos formatos de contenidos digitales con la esperanza de compensar ingresos que hasta hace muy poco provenían de la suscripción y venta de impresos.
Amanecerá y veremos.
Imagen: Periódico y tablet de Shutterstock