El libro ilustrado que enseña a los niños a programar
Linda Lukas, cofundadora de Rail Girls, organización que tiene como fin ofrecer educación sobre tecnología y programación web a mujeres de 160 ciudades, y también una de las primeras empleadas de la academia virtual Codeacademy, está detrás del diseño y creación de Hello Ruby, un proyecto educativo orientado a mostrarle a los niños el mágico mundo de la tecnología y los fundamentos básicos para escribir un código a través de la ilustración.
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El libro ilustrado cuenta la historia de una niña amigable y cariñosa llamada Ruby, que se sumerge en su propio mundo cuando su padre se encuentra de viaje. En ese mundo, Ruby crea diferentes amistades -pingüinos sabios, robots, entre otros – con los que resuelve problemas, vive aventuras inesperadas y visita lugares inimaginables.
Lukas pretende que a través del libro los más pequeños aprendan sobre la cultura y la logística de la programación web antes de ponerlo en práctica frente a una pantalla. Es por esto que el libro, que contará con 32 páginas, no se enfocará únicamente en cómo están construidas las aplicaciones y los códigos web, sino también en la definición de los principios, la arquitectura y la personalidad que existe detrás de un software.
Adicionalmente, ‘Hello Ruby’ cuenta con un libro de actividades que incluye rompecabezas, ejercicios prácticos y material extra para que los niños practiquen con sus padres.
La iniciativa, financiada a través de Kickstarter, logró recaudar sus primeros 10 mil dólares en tan solo tres horas y a la fecha ya ha reunido alrededor de 70 mil dólares.
“Crear un código es la literatura de siglo XXI y la necesidad de hablar el ABC de la programación es inminente” Linda Lukas.
Para nadie es un secreto que la programación web se está convirtiendo poco a poco en un requisito fundamental para la educación del futuro y proyectos como el de Linda Lukas lo confirman. Hello Ruby no es el primer proyecto educativo que plantea enseñar los fundamentos de la programación web sin necesidad de dispositivos electrónicos, pero sin duda marca la diferencia al enseñarle a los niños a programar a través de una historia que les haga entender que la creación de un software consta de creatividad, expresión y aplicación práctica.
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