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Las TIC y el sedentarismo en la infancia

Las TIC y el sedentarismo en la infancia

La extensión del uso de las nuevas tecnologías en nuestra rutina diaria, como todo cambio de paradigma que se da en la sociedad, no está exenta de críticas.

Algunas de las mejor razonadas tienen que ver con la influencia que ... leer más »

María José Madarnás
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La extensión del uso de las nuevas tecnologías en nuestra rutina diaria, como todo cambio de paradigma que se da en la sociedad, no está exenta de críticas.

Algunas de las mejor razonadas tienen que ver con la influencia que unos hábitos nuevos pueden tener en los niños. Si esos hábitos tienen consecuencias negativas o no, es algo difícil de afirmar porque el análisis de esas consecuencias necesitará que pase el tiempo suficiente.

No obstante y como es lógico, es imposible parar el debate y hay alertas acerca de las consecuencias futuras de nuevos hábitos cuyos efectos aún están empezando a manifestarse.

La tecnología y el sedentarismo

Entre estas advertencias, una de las más comentadas es la que señala los riesgos de que la infancia se vuelva más sedentaria, mucho menos activa físicamente y, por tanto, más vulnerable a problemas físicos relacionados con la ganancia de peso y la falta de desarrollo corporal sano.

Es la misma acusación que durante mucho tiempo (y todavía hoy en día) se ha lanzado contra los videojuegos. El mecanismo de la acusación es fácil: si los niños están enganchados a los videojuegos y a las nuevas tecnologías, no saldrán de casa o no dejarán de jugar y comunicarse por el móvil, la tablet, el ordenador… No llevarán a cabo actividades físicas, ya sea deportivas o sencillamente jugar con sus amigos en casa o en las calles y parques.

La carencia de estas actividades en fases tempranas del desarrollo físico, ocasionan problemas de locomoción y riesgo de sobrepeso. Estas situaciones pueden dejar secuelas de por vida en la salud del niño, sobre todo si van asociadas a hábitos que no logre cambiar en la adultez.

La responsabilidad de los padres es fundamental para crear buenos hábitos

Ahora bien, ¿son realmente culpables las nuevas tecnologías de esta situación? El uso responsable de cualquier nueva comodidad que nos posibilita una vida más sencilla debe ser responsabilidad del usuario. En el caso de los niños, la responsabilidad será de sus padres o tutores.

El abuso de cualquier comodidad puede devenir en perjudicial. La implantación de hábitos saludables en nuestros hijos es una tarea permanente y sin tregua.

La cuestión es si una prohibición o restricción del acceso a la tecnología puede resultar beneficiosa. La respuesta es que la prohibición carece de sentido porque no podremos controlar a los niños continuamente, sobre todo cuando van cumpliendo años y aumentando su entorno de acción e interactuando con otros niños.

La limitación horaria en el uso de la tecnología puede ser una solución parcial, pero no definitiva. Combatir el avance social y tecnológico es una batalla perdida de antemano, por lo que la única solución será que dejar de ver la tecnología como enemiga y convertirla en aliada.

Hoy en día ya se conocen muchos de los beneficios que los videojuegos tienen para los niños y adolescentes enriqueciendo su rapidez mental y su memoria. Pero desde que en el mercado han aparecido videoconsolas que reconocen el movimiento de los jugadores, ha habido un estallido de videojuegos que fomentan la actividad física, incluso imitando los movimientos de deportes muy populares.

Asimismo, la interconexión que posibilitan las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) tiene posibilidades a la hora de crear comunidades en las que se fomente que los niños compartan objetivos deportivos con otros niños.

El último avance que se está extendiendo en muchas familias es el uso de pulseras electrónicas que monitorizan la actividad del usuario. Algunos padres ya las usan con sus hijos para poder conocer mejor su nivel de actividad diario y en base a ello diseñar mejor una dieta acorde a sus necesidades energéticas.

Prejuzgar las nuevas tecnologías solo potenciará los posibles efectos adversos de sus malos usos. Lo que debemos hacer es explorar todas las opciones que nos proporcionan y escoger sus mejores usos para aprovechar todas sus ventajas en nuestro favor.

Imagen via iStock

 

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María José Madarnás
    Escritora profesional y traductora de inglés a español. Con experiencia en el área de las nuevas tecnologías, las redes sociales y el diseño gráfico y web. Siempre en la búsqueda de nuevos conocimientos para crecer en el entorno profesional.