Storytelling y Leicester City
“Foxes never quit (Los zorros nunca se rinden) es el lema del Leicester City, el equipo de fútbol inglés, fundado por un grupo de estudiantes en 1884 y en un principio llamado Leicester Fosse. En el 2008 fue relegado a la tercera división y cuando por fin logró ascender a la segunda, tuvo que luchar una década para obtener un cupo en la primera. La temporada pasada nuevamente estuvo a punto del descenso.
Entre su nómina se encuentran jugadores excepcionales: Kasper Schmeichel, el hijo del legendario portero Peter Schmeichel; Wes Morgan, defensa jamaiquino y capitán del equipo que llegó del Nottingham Forest, de segunda división; Danny Simpson, un defensa que pasó, sin pena ni gloria, por quipos como el Manchester United y el Newcastle; el defensa alemán Christian Fuchs, quién hizo su debut en la Premier League; Andy King un volante que ha disputado más de 300 partidos con el Leicester; N’ Golo Kanté, volante francés, que jugó para equipos discretos de su país, y Jamie Vardy quién en sus inicios de carrera jugó para el Fleetwood town F.C de la quinta división; entre otros. El valor de toda su plantilla está lejos de alcanzar las millonarias cifras que manejan los grandes y tradicionales clubes europeos, que comúnmente lideran las primeras posiciones en sus respectivos campeonatos.
Este gran equipo es para Claudio Ranieri, su entrenador y exfutbolista italiano, “un conjunto de 26 cerebros diferentes, pero un único corazón”. Tal vez esa esencia y visión romántica, junto a un constante trabajo, fue lo que llevó al equipo, ante todo pronóstico, a ser el campeón de la liga inglesa.
¿Quién no se enamora de una historia como la del Leicester? Es muy difícil no sentir empatía hacía ese equipo, pues las historias más atractivas son aquellas que nos presentan un héroe anónimo, con el que la audiencia se suele relacionar fácilmente.
Ojalá todas las empresas y emprendimientos pudieran narrar una historia similar a la del equipo inglés, donde David vence a Goliath, pero hechos cómo esos muy pocas veces ocurren; precisamente eso es lo que los hace tan únicos y llamativos.
Hoy en día, muchas compañías pretenden tomar ese camino y elaboran narrativas donde se plantean escenarios tipo: “Ante todo pronóstico”. ¿Es posible crear una narración en la cual, de alguna manera, recreamos un personaje con esas características de héroe? Si, pero apelar a esa fórmula no debe ser nuestro primer recurso, pues lo que probablemente ocurrirá, es que sembraremos incertidumbre en nuestra audiencia “¿en serio existe algo tan bueno y libre de fallas en el mercado?” y, ante la duda, tenemos la opción de perderlos para siempre.
Por eso seleccionar el conflicto adecuado, es un punto crucial al momento de elaborar una historia empresarial, preguntarnos ¿proponemos una historia tipo “Ante todo pronóstico”, o realmente estamos en capacidad de ofrecer el producto, servicio, causa que planteamos, para trabajar en pro de nuestros clientes y audiencia?
Esto no puede ser un proceso de un día para otro, pues el conflicto de nuestra historia, se modifica a la par con el mundo y los negocios: tendencias, nuevas variables de mercado, etc. y siempre debemos realizar los ajustes necesarios para que nuestra historia permanezca contundente.
Podemos aplicar el lema del Leicester: “Foxes never quit” y no desfallecer nunca en la creación, revisión y edición de nuestra historia empresarial.
Imagen: vía i.ytimg.com