Conexión emocional, la clave al expresar sus ideas
Hace un par de semanas, Paula Rincón, gerente y fundadora de Think & Talk, me narró una situación que la ubicó en una agradable disyuntiva; agradable porque resulta muy gratificante poder elegir las siguientes líneas y escenas de nuestra historia.
Paula, quien cuenta con un amplio conocimiento en estrategias de comunicación para expresar las ideas en público, me contó cómo en su semana de inducción al ingresar a la universidad, llegó el momento de presentarse frente a sus compañeros.
Cuando supo que tenía que hacerlo, una angustia la embargó por completo: ‘¿Presentarme?, ¿Yo? ¿Es necesario?, se preguntó, e inmediatamente su mente comenzó a quedar en blanco. ‘¿Paula Rincón?’ preguntó la persona que lideraba la actividad. Ella pasó al frente, y con la cara como un tomate y un hilo de voz casi inaudible se presentó. Desde ese momento decidió que tenía que superar ese miedo y ha dedicado su carrera profesional a eso. También me contó que esa angustia todavía hace presencia al momento de realizar cualquier tipo de presentación, pero que ya cuenta con las herramientas apropiadas para contrarrestar cualquier síntoma desagradable.
¿Quién de nosotros no ha experimentado tal situación? Estoy seguro que cada uno, pues hablar en público no es una tarea fácil.
El punto es que Paula al narrar, entre risas, esa experiencia, expone su vulnerabilidad, que está relacionada tanto con su historia personal como empresarial, y también le apuesta por completo a la sinceridad, una característica fundamental al momento de contar una historia.
La historia que narramos no nos debe doler en un sentido literal, es decir, la diversión siempre debe ser uno de los principales objetivos al narrar, oír y/o leer relatos. A lo que me refiero es que debemos exponernos y evidenciar nuestra vulnerabilidad al momento de narrar la nuestra.
Lamentablemente hemos crecido con una aversión al fracaso y a errar. Desde pequeños, lentamente, se ha ido tatuando en nuestro cerebro información que constantemente nos crea paradigmas. Preferimos entonces callar muchos aspectos de nuestra historia (personal o empresarial) que tal vez no sean tan relucientes; usted sabe, esas resbaladas a lo largo del camino, de las que ninguno está exento y que a la larga hacen que vivir sea emocionante.
Uno de los principales puntos de contacto con las personas a través de las historias, es lograr que éstas se identifiquen con la que estamos narrando, que se sientan parte de algún suceso, que piensen ‘Sí, yo de cierta forma viví algo similar’. Si logramos esto independiente de cuál sea la plataforma de narración, si tan solo en una fracción de segundo nuestro interlocutor, logra engancharse a ese nivel con nuestra historia, porque le evoca o recuerda algo, nuestro mensaje será mejor recibido. Así que, en el momento en que decidimos mostrar nuestra vulnerabilidad, es cuando podemos establecer y crear confianza.
«When you drop your guard, opt for transparency and make an
honest connection with someone, you’re right on the edge of foolishness,
which is another word for not-corporate, not-aloof, not-safe. Another word for human»
– Seth Godin –
A la larga, si nos fijamos bien, en nuestra vulnerabilidad está presente quién realmente somos. Creo que nuestros miedos e inseguridades nos definen más como personas que nuestros aciertos, al ser los obstáculos de eso a lo que, casi con fe ciega, le apostamos. En otras palabras, mostrarnos tal como somos, permite que salgan a la luz los antagonistas en nuestra historia, y también en parte podremos, como protagonistas, vislumbrar nuestro conflicto, sin el cual no hay historia.
«Vulnerability is the birthplace of love, belonging, joy, courage, empathy,
accountability, and authenticity»
– Brené Brown –
¿Te gustan las historias? ¡Síguenos!
Imagen: diversecymrutraining.org.uk
También puede interesarle:
«Storytelling», una pieza clave para conectarse con sus clientes
¿Qué es Word of Mouth Marketing?