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[Editorial] ¿Qué se necesita para impulsar las industrias creativas?

[Editorial] El crowdsourcing: en pro de los creativos en América Latina

El auge de las industrias creativas en los últimos años ha sido uno de los fenómenos más importantes a nivel mundial. Sin embargo, pareciera que en algunos lugares de latinoamérica aún no despega. ¿Puede el crowdsourcing convertirse en el motor de la llamada ‘economía naranja’? Leer más
Santiago Arango Sarmiento
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Sin duda alguna la Economía Colaborativa es una gran muestra de innovación y creatividad, pero también es cierto que las industrias creativas se han tomado un lugar importante en el mundo y empiezan a ser cada vez más relevantes en Latinoamérica a pesar de las grandes barreras que se han puesto en su camino.

Para entender por qué es posible afirmar que estamos de frente a un momento de coyuntura en América Latina para la ‘economía naranja’, es importante tener una visión universal sobre el gran auge que han tenido en los últimos años iniciativas de consumo colaborativo, en gran parte impulsadas gracias a una creciente cultura del crowdsourcing, que ha logrado que sus prácticas hayan permeado en campos como la publicidad, el mercadeo, el branding e incluso hagan parte de la cultura empresarial de varias compañías.

Es en la intersección entre estos dos grandes bloques que encontramos una oportunidad para el desarrollo de industrias creativas. El proceso lógico se deriva de las promesas de estas dos corrientes: en primer lugar, la economía colaborativa aboga por el empoderamiento de las personas sobre su propiedad, generando modelos de negocio y de colaboración absolutamente disruptivos en los que la confianza y las personas son el engranaje principal de una gran máquina. En segundo lugar, el crowdsourcing se enfoca en dar valor al ‘know how’ de las multitudes; a sus aptitudes, experticia, conocimiento y a la voluntad de las personas de formar parte de proyectos e iniciativas, impulsadas muchas veces por marcas u organizaciones.

 

La creatividad es mirar donde otros no han mirado, y ver lo que otros no han visto.

Andy Stalman -

En este orden de ideas, y pensando no únicamente en las industrias creativas, sino más precisamente (y de manera incisiva) en quienes las componen, veamos en qué consiste esa intersección: tanto marcas como productoras de cine, editoriales, emprendimientos y otros negocios están recurriendo globalmente a un ejercicio de crowdsourcing para encontrar talento entre los usuarios para llevar a cabo actividades, estrategias de marketing y proyectos con y sin ánimo de lucro; pero además, hoy en día es cierto que para muchas de estas iniciativas en las que se inscriben empresas, los creativos (fotógrafos, escritores, diseñadores, artistas) han cobrado importancia, ya que se piensa en sus talentos en pro de la innovación.  En este punto queda claro cómo el crowdsourcing entra a ser un agente fundamental en el proceso de desarrollo de las industrias creativas.

Ahora bien, pensemos por un momento en la Economía colaborativa. Modelos de trueque de bienes y conocimiento se han establecido en pro del empoderamiento de las personas sobre la propiedad, y ha generado varios modelos de negocio por fuera de una economía tradicional. En este lado particular de la moneda, son estos modelos los que pueden generar la creación de comunidades de creativos que se apropian de sus talentos para generar modelos sostenibles de trabajo, de empleo y de creación.

¿En qué consiste, entonces, la intersección? En la generación de un ecosistema entre el potencial creativo en otros sectores de la economía y las posibilidades de empoderamiento que ofrece el consumo colaborativo. Las industrias creativas hoy pueden darse el lujo de participar no solamente en sus gremios, sino también en otros sectores de la economía e incluso generar modelos de negocio distintos a los que ya existen, en gran parte gracias a las herramientas digitales y no-digitales que se han multiplicado de manera exponencial en los últimos años, pero sobre todo gracias a un cambio en la cultura, de una de la propiedad privada, la prohibición y la impermeabilidad, a una que gira entorno a la colaboración, y para la que el talento es de suma importancia.

A diario se abren nuevos caminos para que creativos alrededor del mundo encuentren oportunidades laborales y de desarrollo, no sólo en los segmentos específicos de la economía naranja, sino también en muchos otros más ‘tradicionales’ o aparentemente opuestos. Es el momento de ver hacia otros modelos, hacia la generación de comunidades, de confianza y de modelos disruptivos que puedan impulsar en América Latina a las industrias creativas. Las posibilidades están dadas y es momento de dar el primer paso.

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Imagen: shutterstock.com

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Santiago Arango Sarmiento
    Mucho de geek y algo de ilustrador. Aficionado del diseño y en las filas de la co-revolución. Creo en que trabajando, creando y aprendiendo en comunidad se llega más lejos.