Un robot que dibuja ¿una nueva forma de arte?
¿Cómo es que un grillo se convierte en artista? o ¿cómo es que una máquina puede tomar decisiones en las intervenciones artísticas? Éstas son algunas de las propuestas del artista Harvey Moon, quien creó un mecanismo computarizado capaz de traducir movimientos de animales e imágenes satelitales a líneas sobre papel. El arte en manos del azar.
Estas colaboraciones fueron hechas en un pequeño estudio de Chicago donde Moon crea los sistemas, construidos de motores y servos: a través de algoritmos la máquina detecta gestos y movimientos y los traduce a líneas.
En uno de los trabajos más relevantes de Moon el dispositivo toma como fuente las imágenes satelitales de Google Earth. El resultado es completamente aleatorio. Para el artista la finalidad de la obra en este caso no es tanto el producto final que crea el dispositivo, sino precisamente el performance que se deriva del ejercicio de dicho dispositivo intentando crear arte: es en los errores de la máquina donde puede visualizarse la obra en sí, puesto que el artista sólo puede intervenir hasta cierto punto y muchas veces estas intervenciones fallan en su intento.
Esta colaboración entre tecnología y arte nos hace pensar en el nacimiento de una nueva forma de arte, en la cual el artista y el producto final pasan a un segundo plano, pues las obras son resultado del azar. El potencial de la tecnología no solo está transformando los procesos creativos, sino que incluso cambia el papel del espectador frente a la obra. De esta forma se crea una nueva sensibilización artística.